Como algunos saben, el club Máximo Gómez se funda el 4 de septiembre del año 1982, fundación ésta que fue el resultado de un rico proceso unificador de tres organizaciones que hacían vida deportiva en la parte norte de nuestra ciudad del Jaya, como eran: Club Policarpio Mora, Club San Francisco, ambos fundados en el año 1971, y dedicados fundamentalmente a la práctica de baloncesto, y el Club Juventud Activa, que fue fundado en el año 1977, el cual se dedicaba a la práctica de ajedrez y el teatro. Es decir, que quienes llegamos a militar en algunos de los tres clubes mencionados, como es mi caso, tenemos más de 50 años de vida deportiva en el sector, con la ventaja, en mi caso, de que no he tenido vacaciones.
Ahora bien, varios días antes de la llegada del presidente al acto inaugural, un sector del PRM puso en marcha una campaña de descrédito hacia mi persona, porque saben muy bien que el liderazgo del que gozo dentro del club, producto de mi dedicación y entrega a los trabajos de la organización por el que nunca he cobrado un centavo por entrenar o dirigir; además, que nunca he pertenecido a otra organización clubística, recuerden que soy el macorisano con más títulos ganados en el baloncesto superior con refuerzo.
Dicha campaña la inicia un lumpemproletario que en algunas ocasiones participa en un programa que hace con su compadre, el comunicador Marcos Santos, el cual expresaba que si yo tuviera vergüenza no fuera a la inauguración del techado, porque duré 20 años siendo viceministro y no logré dicha construcción. Estas declaraciones fueron secundadas por un analfabeto funcional, enganchado a gestor cultural, personaje de triste recordación, por la compra masiva de whisky en los supermercados con los bonos pertenecientes a los sectores más vulnerables de nuestra población. Este personero fue más lejos y manifestó que yo nunca he hecho nada por el sector.
Sin embargo, no los culpo a ellos, ya que sus declaraciones tienen como objetivo agradar a su patrón, y tal como dice el apóstol cubano, José Martí, “ofende quien puede y no quien quiere”. Pero la campaña difamatoria en contra de mi persona no llegó hasta ahí, sino que se inventaron que yo me iba a juramentar en el PRM. Debo admitir que eso sí me preocupó, ya que recibí una llamada de un compañero y amigo de nombre Miguel Betances, persona que respeto, por su honestidad probada, el cual me llamó y me dijo; “Compañero Trinidad, quiero hablar con usted”, y al encontrarnos dos horas después, me dijo: “Compañero Trinidad, ¿es cierto que Luis Abinader viene el domingo a juramentarlo?”.
Le respondí: “Compañero Miguel, no tenga temor a esos rumores, usted bien sabe que cuando Leonel Fernández renuncia del PLD, la noche del domingo 20 de octubre del 2019, quien le habla, al otro día, lunes 20, me presenté personalmente a las 2:30 p.m. al Palacio Nacional, y deposité mi renuncia como viceministro”. De los cientos de decretos de altos funcionarios que emitió el gobierno de Danilo Medina, solo César Pina Toribio, que fungía como embajador en Argentina, y el hijo de Alejandro Trinidad renunciamos a dichos cargos.
Es tanto así, que recuerdo que el padre de un candidato a diputado por mi partido la Fuerza del Pueblo, en las elecciones pasadas, me preguntó, ¿Es cierto que renunciaste como viceministro? Y le respondí: “Si voy a renuncia del PLD, para pasar a la Fuerza del Pueblo, lo ético es, que también renuncie al gobierno”. Así que tranquilo, compañero Miguel, que si doy algún giro a mi pensamiento político, cosa que no descarto, ese giro será hacia la izquierda.
Ahora bien, ¿Por qué mi inasistencia a la inauguración del multiuso, a pesar del alto interés que tenían algunos funcionarios del más alto nivel?, no porque no tuviera vergüenza, las vergüenzas me sobran por cantidades industriales, sino porque no estamos ni estaré de acuerdo con algunos funcionarios que encabezados por el señor Alex Díaz, a quien he bautizado como un pichón de dictador, que pretenden la formación de un supuesto “patronato” para administrar el techado en detrimento de los verdaderos dirigentes que por más de cuatro décadas son los que se han sacrificado por dicho club.
Por suerte fueron por lana y salieron trasquilados, ya que el ministro de Deportes y el propio Presidente de la república, interpretando el sentir colectivo del pueblo de San Francisco de Macorís, el cual ve con justicia que dicha instalación deportiva sea administrada por los auténticos dirigentes, como han dispuesto las autoridades correspondientes.
El autor es presidente Ad-vitan del club Máximo Gómez, cinco veces presidente de la Asociación de Baloncesto de la provincia Duarte, el dirigente local más ganador de torneos de baloncesto superior con refuerzos, 20 años como dirigente de la Federación Dominicana de Baloncesto, ha organizado decenas de eventos deportivos y es inmortal del Deporte del Pabellón de la Fama de la región Nordeste.
@enmanueltrinidadrd
enmanueltrinidad609@hotmail.com
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