❝La injusticia en cualquier parte es una amenaza a la justicia en todas partes.❞ Martin Luther King Jr. De entrada debo precisar que no tengo nada a favor ni en contra de los persojes a mencionar en este este escrito; dicho esto, vamo al mambo. Mientras a la megaestrella de la MLB Shohei Ohtani no le removieron ni los spikes de sus casilleros, cuando este se vio bajo los reflectores, por las acusaciones de que su intérprete personal, Ippei Mizuhara, habría apostado ilegalmente y pagado deudas usando millones de dólares provenientes de cuentas vinculadas a Ohtani.
Vemos un trato muy diferente a un caso que involucra el mismo delito, pues según reporte del escritor deportivo estadounidense Zack Meisel, de lo cual se hizo eco ayer en la tarde el redactor deportivo dominicano Yancen Pujols, «las
pertenencias de Emmanuel Clase y Luis Ortiz, lanzadores dominicanos,
han sido retiradas del camerino de Cleveland. Ya no tienen casilleros.
Están bajo licencia administrativa con disfrute de sueldo mientras son
investigados por alegadas apuestas.»
Los dos lanzadores dominicanos están bajo “licencia administrativa con disfrute de sueldo”, pero el gesto de retirar sus pertenencias del clubhouse
habla más alto que cualquier comunicado, se les trata como culpables
desde la sospecha, sin una sanción oficial, ni una investigación pública
concluyente, pero ya están fuera del mapa, aislados como apostadores
apestosos.
Mientras tanto, Shohei Ohtani,
rostro de la MLB y máquina de contratos globales, fue blindado desde el
primer día, su intérprete personal apostó millones usando sus cuentas,
primero se dijo que Ohtani lo sabía, luego que no, cambio de libreto, corte de escena, Mizuhara preso en la Correccional Federal Allenwood Low en Pensilvania, Ohtani llenando estadios, dando palos y sacando OUT, caso cerrado.
La liga dice tener reglas, pero al parecer lo que tiene es una lista de excepciones
Al jugador nipon nunca lo suspendieron, nunca lo sacaron del equipo, nunca le tocaron el casillero, el FBI no lo tocó, la MLB lo “victimizó”, la prensa norteamericana hizo su parte, suavizó el relato, ocultó las contradicciones, y convirtió un escándalo en algo entre culpable y víctima. ¿Dónde está la coherencia?, ¿Dónde están las reglas que la MLB dice aplicar para todos?
Tucupita Marcano: el castigo modelo
Tucupita Marcano apostó a partidos de Grandes Ligas, lo aceptó, la MLB le cayó encima con todo el peso del reglamento, vetado de por vida, sin contemplaciones lo mando para su casa, el venezolano fue útil como ejemplo, como aviso a los que no llenan estadio ni atraen contratos publicitarios multimillonarios, no importa si apostó por impulso o por estupidez, lo importante era colgar a alguien y, nadie más fácil de colgar que un latino sin peso mediático, sin camisetas que vender, sin contratos que proteger.
No se trata de justificar apuestas ni de tapar irregularidades, se
trata de aplicar las reglas con el mismo rigor para todos, y eso,
claramente, no está ocurriendo.
Mientras a Ohtani
lo rodeaban de abogados, traductores y periodistas dóciles,
a Marcano lo sacaron como se saca la basura: rápido, en silencio y sin
escándalo, no hubo campaña de “reeducación”. No hubo proceso gradual,
solo la expulsión, seca y fría, una manzana podrida menos en la cesta,
un guiñapo menos en el roster, y un mensaje claro para los demás: “Esto les pasa a ustedes, no a las megaestrellas”.
Clase y Ortiz: sentencia anticipada
Lo de Emmanuel Clase y Luis Ortiz termina de confirmar el patrón, apenas se mencionaron sus nombres en una investigación por apuestas y, ya sus pertenencias no estaban en el camerino de Cleveland, sin acusación formal, sin pruebas presentadas, sin derecho a defenderse, solo el estigma, el señalamiento, y la humillación silenciosa de ser tratados como culpables sin proceso, la señal es brutal: si eres latino, y no generas millones en Asia ni encabezas campañas publicitarias, te borran con un rumor. ¿Así funciona la justicia en la MLB?: una para las megaestrellas, otra para los demás.
¿Cuántas ligas caben en la misma MLB?
La MLB aplica su propio reglamento con la misma coherencia como si
jugaran a la ruleta rusa, se entiendo o se supone que se entienda, que
una falta grave es una falta grave, no dependiendo de quién la cometa,
pero al parecer, el reglamento no cambia. La vara, sí.
A Ohtani lo cuidan porque representa millones, mercados y narrativas mediáticas,
a Marcano lo expulsan porque era alguien irrelevante, a los dominicanos
Emmanuel Clase y Luis Ortiz los apartan sin preguntar, porque total,
“hay que seguir poniendo ejemplos”.
Un juego sin reglas aplicable para todos es solo un negocio
La MLB ya no parece una liga, parece una vitrina, donde todo se mide por
cuánto vendes, no por cómo juegas ni por cómo te comportas, si la
justicia deportiva depende del nombre en la camiseta o del país en el
pasaporte, entonces no hay justicia, espíritu deportivo ni competencia, solo negocio.
Y si la MLB no quiere que vengan los cuestionamientos (lo que al parecer poco le importa), tendrá que elegir entre proteger su negocio o respetar su propio reglamento, porque si el juego se rige por dobles reglas, lo que están jugando no es béisbol, es hipocresía profesional.
❝El deporte no se trata solo de ganar, se trata de ser justo y jugar limpio, TODOS (como dijo la monjita)❞.
Por: Bienvenido Checo,-
@BienvenidoR_D
@bienvenidocheco
bienvenidocheco@hotmail.com
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