X Cumbre: ¿de los obedientes de América?

Mary Languasco 10/02/2025 03:13:00 a. m. Bienvenido Checo, Opinión,

Los días 4 y 5 de diciembre de 2025, la República Dominicana será anfitriona en Punta Cana de la llamada X Cumbre de las Américas, en los papeles suena grandilocuente: un foro hemisférico de integración y diálogo, en la realidad, no es más que un espectáculo bochornoso de sumisión política, un evento manipulado desde Washington y obedecido al pie de la letra por un gobierno dominicano dispuesto a hipotecar la dignidad nacional.
¿Cómo puede hablarse de “Cumbre de las Américas” cuando se excluyen de la mesa a tres países del continente “Cuba, Venezuela y Nicaragua”, bajo el presunto argumento de que esos países no existe democracia? o ¿no sera porque no se someten a los designios del Tío Sam?, pues, una cumbre que mutila el mapa no es cumbre, es caricatura.

La vergüenza es mayor porque se trata de una imposición directa desde Estados Unidos, pero anunciada y certificada aquí, en nuestra tierra, donde el gobierno dominicano consiente esa exclusión, aceptando que se dicte desde afuera quién puede estar y quién no, eso no es diplomacia, es lacayismo, como dominicano, lo digo con dolor: siento vergüenza ante este despreciable acto de obediencia servil.

De casualidad no eliminaron también a Brasil, Colombia y México, para completar el cuadro de excluidos, y de paso dejar más espacio en primera fila a personajes que encarnan la degradación política de la región, como el despreciable Daniel Noboa, el esquizofrénico Javier Milei y la corrupta y descarada Dina Boluarte, ese sería el cartel estelar de esta pantomima.

República Dominicana tenía una oportunidad histórica, ejercer como anfitrión digno, garantizar la inclusión y defender la soberanía latinoamericana, pero el gobierno escogió el camino más fácil: obedecer, optó por la palmaditas en la espalda y el aplauso externo a cambio de la humillación interna.

La X Cumbre de los obedientes de América no pasará a la historia por acuerdos trascendentes, sino por lo que verdaderamente será, un teatro diplomático en el que se celebra la obediencia a costa de la dignidad.

Los pueblos de dignos de América, sin embargo, no olvidarán, la integración real nacerá de la voluntad soberana de sus gentes, no de los lacayos que posan para la foto en salones de lujo, y cuando llegue ese día, este oscuro episodio quedará registrado como la vergonzosa ocasión en que la República Dominicana se disfrazó de anfitrión, pero actuó como sirviente.