Este lunes 28 y martes 29 de octubre, la comunidad francomacorisana ha sido convocada a una huelga con el propósito de manifestar el creciente descontento por las condiciones sociales y económicas que atraviesa la región, sin embargo, este evento no solo representa la insatisfacción de los residentes en la ciudad cabecera de la provincia Duarte, San Francisco de Macorís, sino que plantea una interrogante a los municipios vecinos, como Pimentel, sobre su propio rol en el cambio.
En palabras de Abraham Lincoln,❝El pecado del silencio cuando deberían haber protestado, hace cobardes a los hombres❞, esta frase resuena en Pimentel, donde algunos ciudadanos se cuestionan si el descontento de la región se resuelve únicamente señalando a los políticos y sus promesas incumplidas, o si también es necesario reflexionar sobre qué se está haciendo, o no, para cambiar la situación.
En esta línea, las palabras de Henry Ford también son contundentes: ❝La mayoría de las personas gastan más tiempo y energías en hablar de los problemas que en afrontarlos❞, para algunos en Pimentel, el camino “correcto” parecería ser llamar al diálogo con las autoridades, una postura lógica y prudente que, sin embargo, podría resultar poco efectiva si la respuesta oficial consiste en repetir promesas sin acción concreta.
Por otro lado, algunos se preguntan si “lo necesario” es ir más allá de la mera solicitud y sumarse a las protestas de la llamada Ciudad del Jaya, aunque también aquí las opiniones divergen, ¿Por qué Pimentel debería apoyar un movimiento de una comunidad vecina que, dicen algunos, rara vez ha estado a su lado?
En un enfoque alternativo, hay quienes consideran que lo más efectivo sería coordinar una huelga en un momento estratégico para causar un impacto más significativo, afectando el comercio local de San Francisco en días ordinarios. Pero ¿es esta la mejor manera de conseguir una reacción positiva?
Como dijo Einstein, ❝Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo❞, es hora de analizar y actuar, de encontrar el equilibrio entre lo correcto y lo necesario, esta movilización en San Francisco debe servir de inspiración para Pimentel y otras localidades para que no solo hablen, sino que también tomen las riendas del cambio.
La comunidad está en un punto decisivo; es el momento de preguntarse cómo desean construir el futuro, ya que nuestro pasado fue glorioso, nuestro presente es desalentador y nuestro futuro va a depender de tomar una postura activa que nos lleve al logro de nuestras metas propuestas.
¡Pimentel somos todos!!
Fuente: Anónima,-
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