Hay pueblos que lloran en silencio, hay otros, como Pimentel, que gritan con sus calles rotas, con su polvo asesino, con su lodo humillante, este no es un pueblo olvidado: es un pueblo abandonado con conciencia, traicionado con rostro conocido.
Porque el presidente Luis Abinader no puede alegar desconocimiento, su sangre supuestamente también viene de aquí, por el lado de "Los Corona", tiene raíces pimentelenses, pero parece que ese lazo fue enterrado bajo los mismos escombros que hoy impiden que una familia se siente frente a su casa sin quedar irreconocible por el polvo.
Aquí no hay promesa que no haya sido traicionada, ni calle que no haya sido destruida, Pimentel vive entre la tierra y el barro, entre el polvo que sofoca y el lodo que sepulta, y lo que más arde no es el calor, es la indiferencia gubernamental que ya raya en el desprecio y humillación hacia Pimentel y sus habitantes.
Cuando no es polvo, es lodo
Las calles están hechas un desastre, y no es metafóricamente hablando, es literal, si llueve, es un río de agua y lodo, si sale el sol, es un desierto, que ni el ZAHARA, genera más polvo, no hay drenaje, no hay aceras, no hay contenes, lo único que abunda es promesas que han sido rotas una y mil veces, y presupuesto ausente.
Las familias no pueden ni siquiera sentarse en sus propias galerías, el polvo les cubre la cara, la ropa, la dignidad, aquí respirar es un acto de resistencia y riesgo a la salud, y salir a la calle es firmar un pacto con la mugre, mientras tanto, los PRM matándose unos con otros, echándose culpas personales y exculpando al verdadero responsable, que es el gobierno central, la dirigencia provincial del PRM, que no mueve ni una hoja en favor de Pimentel, y los dirigentes municipales, pasivos en el accionar, pues no quieren incomodar a los Dioses del Olimpo, en Macorís.
El abandono tiene nombre y apellido
El PRM gobierna desde el 2020, han pasado cinco años y a Pimentel le llego el CAMBIO, para peor, se burlan del pueblo con operativos de maquillaje, un camión aquí, una pala allá, una foto que anuncia el pronto inicio o terminación de obras, lo que al final solo se queda en eso, mientras tanto Pimentel y sus munícipes, languideciendo ante el desprecio del gobierno del CAMBIO.
No existe un plan de desarrollo, los legisladores andan haciendo tour en los pasillos del congreso, aprendiéndose cada rincón del edificio que aloja el poder legislativo, para cuando venga el tiempo de campaña electoral nuevamente pedirle a los pimentelenses que voten por ello/as, porque «ya tienen experiencia en el congreso», vaya mierda de experiencia.
Ya basta de excusas y promesas, ya basta de ignorar lo evidente, las calles de Pimentel son la prueba viva de una tragedia que avergüenza y repugna, una tragedia de asfalto incumplido, de un gobierno y funcionarios de espaldas a nuestra realidad, de autoridades que hablan mucho y hacen nada.
Pimentel no pide lujos
Pide respeto, dignidad, lo básico para vivir decentemente, pide no tener que lavar la ropa por culpa del polvo o el lodo, pide que los niños no lleguen a la escuela embarrados de barro o polvorientos, pide que no le roben la esperanza, tal y como se roban y despilfarran el presupuesto nacional.
Pimentel no necesita pena, necesita acción
Este pueblo tiene historia, tiene talento, tiene gente buena, lo que no tiene es quien lo defienda desde el poder.
Y lo vengo diciendo desde hace tiempo, si algún día despierta con la rabia acumulada, con el polvo en los pulmones y la indignación en el alma, no habrá discurso, ni promesa que pueda contenerlo, porque el pueblo que aguanta, también explota.
Y cuando explota, no pide permiso, porque “Cuando el pueblo se cansa, hace temblar los palacios.” Juan Bosch.
Por: Bienvenido Checo,- @BienvenidoR_D
@bienvenidocheco
bienvenidocheco@hotmail.com
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