❝Cuando digan: Paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción repentina.❞
1 Tesalonicenses 5:3
El Caribe vuelve a ser escenario de tensión.
Las
maniobras militares de Estados Unidos frente a las costas venezolanas,
disfrazadas bajo el argumento del combate al narcotráfico, esconden un
propósito que va mucho más allá de las rutas de droga o las operaciones
navales., lo que está en juego es la soberanía de una nación y, con
ella, el equilibrio de poder en la región.
Pero la advertencia que acaba de llegar desde Moscú cambia el tono de todo el tablero, la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de la Federación Rusa, María Zajárova, declaró con absoluta claridad que "Rusia está lista para responder a cualquier solicitud de asistencia proveniente de Venezuela", reafirmando que entre ambos países existe una cooperación “estratégica y soberana”.
Zajárova no habló en tono de protocolo, sino de advertencia, en lenguaje diplomático, lo suyo fue una señal de alarma hacia Washington "no se equivoquen de enemigo, ni subestimen las consecuencias", dijo, con el peso de quien conoce el alcance de sus palabras, que “cualquier intento de desestabilizar a Venezuela tendrá consecuencias para la seguridad regional”, esa frase "seca, directa, sin adjetivo" es la razón por la que esto se puede poner muy feo.
Porque lo que comenzó como un operativo de “seguridad marítima” ahora podría escalar a un conflicto de múltiples bandos y, mientras los misiles y los radares comienzan a alinearse, dentro de Venezuela hay quienes aplauden el ruido de los cañones.
Entre ellos, María Corina Machado.
Recientemente desde el American Business Forum, llegó incluso a pedir públicamente que Estados Unidos intervenga militarmente en su propio país, bajo el argumento de que solo así podrá “liberarlo”, no hay mayor confesión de impotencia política ni de ceguera moral, su ambición de poder ha sobrepasado los límites de la ética, del patriotismo y del sentido de la historia.
Machado ni siquiera reconoce la existencia de la “República Bolivariana de Venezuela”, porque en su discurso, cargado de servilismo ideológico, prefiere borrar todo vestigio de soberanía que incomode a Washington, para ella, la “República de Venezuela” es una extensión tutelada del poder que ansía complacer, un territorio dispuesto a ser entregado en bandeja con tal de satisfacer su ambición de poder.
Su ego personal no conoce límites, le importa una mierda cuántos venezolanos mueran, cuántas familias se desangren o cuánto sufra la nación si eso le abre una puerta al trono que codicia.
Machado no busca democracia, busca ser presidenta de Venezuela, se presenta como víctima, pero ha sido promotora y beneficiaria del caos, alentando sanciones, bloqueos y episodios de violencia que han cobrado vidas inocentes, cada crisis que sufre el pueblo venezolano le sirve de combustible para alimentar su narrativa de redención personal, es una tragedia política con rostro de heroína fabricada.
Y en esa ecuación peligrosa, donde Washington busca justificar su presencia militar y una parte de la oposición interna le da pretexto, el resultado solo puede ser uno, el país convertido en campo de batalla.
María Zajárova lo advirtió porque sabe que, detrás de cada provocación, hay una tentación imperial y, cuando esas tentaciones se topan con respuestas firmes, la historia demuestra que los conflictos no se contienen: se desbordan.
Por eso, esto se puede poner muy feo.
Feo porque el fuego ya no está sólo dentro, sino también se podría extender hacia afuera, feo porque la política venezolana se ha contaminado de odio y de entrega, feo porque las potencias juegan con pólvora, y los pueblos son los que arden.
Y si alguien decide encender esa mecha, no habrá discurso diplomático capaz de apagarla.
❝Porque he aquí que se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares, todo esto será principio de dolores.❞
Mateo 24:7-8
El mundo parece caminar de nuevo hacia ese principio y, si no se aprende de la historia, la historia volverá a cobrarse su precio.
@BienvenidoR_D
@bienvenidocheco
bienvenidocheco@hotmail.com


No hay comentarios:
Publicar un comentario