La "Lista Clinton"

❝El poder es imponer la versión de los hechos que más convenga, no la que sea cierta.❞ George Orwell.
Washington domina una técnica vieja, pero efectiva, clasificar a gobiernos y/o dirigentes políticos según convenga al momento político, a unos los convierte en amenazas globales y a otros en socios ejemplares, dependiendo de su docilidad.

Las etiquetas sobran, narcoterroristas, eje del mal, narcoestados, dictadores comunistas, amenaza hemisférica, cada una sirve para encuadrar al gobierno incómodo de turno dentro de un relato que justifique sanciones, presiones y campañas de demolición pública.
La llamada “Lista Clinton”, originalmente un supuesto instrumento diseñado para casos extremos, terminó convertida en otra pieza de ese engranaje y, la reciente inclusión del presidente colombiano Gustavo Petro en esa lista es un ejemplo claro de cómo se utiliza para enviar mensajes políticos, no para aplicar procesos técnicos.

En entrevista que la televisora de extrema derecha colombiana Caracol, hizo a Michelle Manatt, exasesora del gobierno de Bill Clinton, a finales de octubre, dejó en evidencia el funcionamiento de ese esquema, mientras las entrevistadoras intentaban que Manatt encajara a Petro dentro de la categoría clásica de los sancionados "como si fuera un equivalente más de los personajes vinculados al narcotráfico" la exfuncionaria fue explícita, "esta decisión no responde a investigaciones serias, ni a protocolos internos, ni al rigor histórico de la lista" "responde a la agenda política de Donald Trump, a los intereses de Marco Rubio y a la presión coordinada de congresistas que se especializan en convertir la política exterior en una extensión de sus guerras internas", sostuvo Manatt, ante la cara de asombro de las entrevistadoras, pues el tiro les salio por la culata.

Es la misma fórmula de siempre, primero se etiqueta, luego se sanciona y finalmente se usa el aparato mediático para legitimar la sanción y, ese aparato no solo está en Washington, en cada país hay medios, opinadores y políticos dispuestos a repetir el libreto, a amplificar el mensaje y a apuntar hacia donde se les indique, de esa manera, la narrativa queda completa, los gobiernos que no se alinean son “peligrosos”, “sospechosos”, “radicales”, mientras los que sí se pliegan pasan instantáneamente a ser “aliados estratégicos”, “socios confiables”, aunque acumulen violaciones, corrupción o abusos, la regla es simple: si obedeces, te aplauden, si no, te sancionan.

En ese juego, Trump y Marco Rubio han mostrado una destreza notable, convierten decisiones improvisadas en supuestas políticas de Estado, saltándose procesos, ignorando estándares y utilizando herramientas diseñadas para enfrentar carteles como armas de presión diplomática, la “Lista Clinton” se vuelve entonces una palanca para disciplinar, no un mecanismo para sancionar delitos reales.

Lo revelador de la entrevista fue el choque entre el intento de la televisora Caracol por presentar la sanción como un acto institucional y la explicación de Manatt, que dejó al descubierto la improvisación política detrás del anuncio, las entrevistadoras buscaron que la exfuncionaria se sumara al linchamiento mediático montado en contra de Gustavo Petro, pero Manatt prefirió decir lo que el guion no permitía, "la decisión carece de proceso, de sustento y de neutralidad".

Y es precisamente así cómo opera la maquinaria de presión, primero se crea el relato acusatorio, luego se repite hasta el cansancio y finalmente se espera que la opinión pública responda según lo esperado. A veces funciona, a veces, como en esta entrevista, queda más expuesto el intento que el objetivo.

Washington seguirá usando estas herramientas mientras le resulten útiles, pero lo que debería preocupar es lo otro, cómo ciertos medios y actores locales en cada país se prestan para completar la jugada, siempre listos para reproducir la narrativa que convenga y apuntar los reflectores hacia quien se decida disciplinar.

Es un patrón conocido y, aun así, vuelve a repetirse como si fuera normal, porque para algunos, la etiqueta de “gobierno amigo” se gana arrodillándose y, para los que no lo hacen, siempre habrá una sanción, una lista, una acusación nueva y una campaña mediática lista para comenzar.

❝El poder necesita de la mentira para sostenerse; la verdad, en cambio, no necesita de poder.❞ Hannah Arendt.