(Génesis 18:20)
El Tribunal Constitucional (TC) eliminó el artículo 210 de ley 285, que crea el Código de Justicia de la Policía Nacional, y el artículo 260 de la Ley 3483, que crea el Código de Justicia de las Fuerzas Armadas
Lo que pasó con esa sentencia no es modernización ni avance, es una grieta abierta (literalmente) en la estructura que debería sostener el orden del país, la reacción ciudadana fue inmediata, de estupor, molestia, sorpresa y la sensación de que a los cuarteles les apagaron el carácter.
El Tribunal Constitucional eliminó dos artículos, sí, pero el mensaje que entendió la calle fue otro, los cuarteles ya no parecen cuarteles, ahora da la impresión de que cualquier cosa cabe ahí dentro, como si la vida personal pudiera mezclarse sin consecuencias en una institución que depende de disciplina, jerarquía y límites claros.
Aquí nadie discute la intimidad de nadie, ese no es el debate, el problema es convertir un espacio de seguridad nacional en un terreno donde la vida privada entra a jugar dentro del uniforme, el rango y la estructura y, eso, rompe lo esencial, coño.
La Policía y las Fuerzas Armadas no funcionan cuando el mando tiene que vigilar asuntos personales, no sirven si el recinto empieza a parecer un lugar emocional en vez de un espacio de orden, donde los asuntos de braguetas entre sus miembros sean como las rutinas diarias en un salón de belleza, eso derrite la autoridad, afloja el respeto interno y convierte el servicio en relajo.
La sociedad debe reaccionar en contra de esta atrocidad e inmoralidad.
Esto no va de derechos, va de orden institucional, se cruzó una línea que no se podía cruzar, y encima se legitimó, esto irrita, incomoda y enciende porque cuando un cuartel pierde claridad, todo lo que depende de él se cae, la seguridad, la cadena de mando, el control.
Ahora se instaló la idea de que todo es flexible, que las reglas se doblan si generan ruido, que la disciplina es negociable y que el uniforme es un accesorio, no un código de conducta, la gente no debe tragar ese cambio simbólico del “sí, Señor” por el “ok, more”.
Aquí no hay odio ni moralismo
Hay realidad institucional, un cuartel que se vuelve ambiguo pierde su función, un cuerpo armado que abraza el desorden no sirve, un uniforme mezclado con agendas personales se vacía de autoridad.
Pero lo hicieron, lo empujaron como si fuera avance, y por eso la gente tiene que decir y expresar con alto grado de indignación lo que piense y sin filtro: coño, así no.
Y tomando una literatura de alguien que lo compartió en Whatsapp, se tendrán que cambiar por lo menos nueve normas en los cuerpos castrenses...
A partir de esa disposición del TC, se cambian las siguientes normas en las fuerzas armadas y la PN:
1.- Se sustituye el sí Señor por el ok more.
2.- se sustituye el buenos días Señor, por el hola papucho.
3.- Se sustituye el termino general de una, dos o tres estrellas por el termino cielo.
4.- Se sustituye el saludo militar tradicional por un beso en ambas mejillas y queda autorizado el beso con lengua si es de un superior a un subalterno.
5.- Se sustituye el orden cerrado por el batón ballet.
6.- Se implementará el entrenamiento orientado al ballet, bordado, arreglo de uñas, manicure, pedicure, peluquería,
arte culinario, jardinería, decoración de interiores.
7.- A partir de la implementación de esta nueva disposición todos los cuarteles y recintos militares serán pintados de rosado fucsia con camuflaje de flores variadas.
8.- Se modifica la cadencia para que en lo adelante se cante uno, dos y tres en cuatro.
9.- Se sustituyen los tradicionales juegos de mesa en los cuarteles (Ajedrea y Domino con ron Brugal); por el juego de YAS y Mariquitas.
Cuando una institución que debe sostener el orden decide jugar a ser lo contrario, el resultado siempre es el mismo, colapso anunciado y una sociedad mirando hacia otro lado como si no supiera el desenlace.
❝Levantaos, salid de este lugar, porque el Señor va a destruir la ciudad❞
(Génesis 19:14)
Por: Bienvenido Checo,- @BienvenidoR_D
@bienvenidocheco
bienvenidocheco@hotmail.com
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